07 marzo 2014

¿Eventos Internacionales?



Características y clasificación de los Eventos Internacionales, Congresos, Foros, Ferias, Festivales  y otros

Academicamente se ha establecido una metodología coherente que agrupa definiciones, conceptos y pautas precisas a seguir para elaborar  una propuesta y nombrar un Evento y poder clasificarlos correctamente.

Los eventos se clasifican:
A) Por su carácter pueden ser:
Congresos
Foros
Conferencias
Paneles
Simposios
Talleres
Seminarios
Asambleas
Convenciones
Ferias
Festivales

B) Por su naturaleza pueden ser:
• Internacionales
Eventos Internacionales
Son los considerados eventos internacionales aquellos que sean originados por alguna institución Internacional ya sea de carácter regional o mundial y cuya sede se ha decidido que sea nuestro país o ciudad y también aquellos eventos generados por instituciones mexicanas y a los que se les ha dado carácter internacional por el contenido de sus temas de discusión, por la participación de extranjeros o por el auspicio de una o varias instituciones internacionales.

• Nacionales con participación internacional
Eventos Nacionales con participación internacional.
En este caso se trata de Congresos generalmente, su carácter permite promover una importante participación extranjera y en la mayoría de casos se busca el auspicio de algunos organismos internacionales o de personalidades que contribuyan a la promoción de la participación internacional.

• Nacionales
Eventos Nacionales.
Son eventos generados por instituciones y organismos mexicanos con carácter puramente nacional y que pueden tener o no invitados extranjeros, aunque este último aspecto no constituye una condición fundamental.

También existe una definición por su origen:
Diseño Propio, cuando es concebido totalmente en el país.

Sede Captada, cuando su celebración es producto de la asignación de sede por una organización internacional.

Para que un evento se convierta en internacional, no sólo debe tener la participación de una entidad o grupos de personas de otros países, sino que debe de ser perfecto, debe también estar acompañado en bambalinas de un equipamiento impecable. No importa que tipo de evento es, debe de  tener la provisión puntual y precisa. Los horarios deben respetarse y la logística no puede fallar.

De esta forma Uds. tehuacaneros podrán saber si el nombre de Festival Internacional de Tehuacán FITH es internacional o tan sólo es una faramalla, una manera artificiosa de engañarnos con un nombramiento incorrecto, con el afán de presunción de algo que no se tiene, pero que se ensalza y pretende ser o definitivamente es resultado de la ignorancia de organizadores y administraciones municipales.

Lo correcto es corregir el mal nombrado Festival y nombrarlo de acuerdo a su carácter y su naturaleza.
! Háganlo ya !, es el momento de mostrar corrección y un buen comienzo para iniciar el ascenso, basta ya de mentiras y falsas pretensiones.

tehuacarearte et al

06 marzo 2014

Revoltijo dizque Cultural


Todos los días del año, en algún lugar del mundo se celebra un evento. Pero existen épocas, en las que cada comunidad celebra algún acontecimiento, vinculado a un tema en particular que los representa. En general, este tipo de encuentros son los festivales. que abarcan una gran parte –  en algunos casos a todos los integrantes – de una comunidad. Se celebran una vez al año. Algunos ejemplos son los festivales de folklore, rock,  jazz,  cine, danza, gastronomía, literatura, teatro, artesanía, educativos  o diversas disciplinas juntas.

El Festival de la Ciudad de Tehuacán a pesar de la fecha en que se celebra y con la fingida celebración de la compra del título de ciudad o  de los nombres que le han dado, no se celebra la compra de la ciudad por los indios, sino la contratación de eventos foráneos que sólo sirven  para engrosar la buchaca de los organizadores, la administración municipal o de algunos de sus miembros y las empresas que vienen a desgarrar la economía de Tehuacán, a la inversa de lo que el grueso número de incultos ignorantes opiniadores locales creen, de que el Festival de la Ciudad incrementa la economía local, no es así, lo que han hecho y hacen los Festivales es llevarse el dinero de las arcas municipales y de los ciudadanos entregándoselo a agentes de fuera. Lo que quieren las voces que o desconocen esto o son cómplices de este tipo de celebraciones dizque culturales, es que se repita este tipo de entrega irrestricta y sin aportación cultural o generadora de procesos culturales para Tehuacán.

No hay que equivocarse, ningún festival carece de intereses comerciales, políticos, económicos en su conformación. Un festival Cultural no es distinto a una feria agropecuaria o comercial que trata de colocar productos, de cultivar las relaciones que hagan de esos productos un éxito, para eso sirven los festivales. Sirven de acuerdo a lo que se promueve y en los casos de los Festivales de la Ciudad en Tehuacán, siempre se han anunciado como culturales cuando siempre fueron comerciales, lo que querían era dinero y eso es lo que casi se obtuvo, aunque mayormente han sido fracasos económicos, la oferta cultural existió en un porcentaje menor, tan menor que ha sido imposible evaluar su impacto cultural y eso sólo en relación a los eventos culturales.

Los eventos de entretenimiento son sólo eso, actos efímeros, sin trascendencia, y que no han modificado las conductas de la comunidad para bien, pero si para dejar huellas de conductas nocivas, siendo que aunque podrían ser útiles en alguna medida, carecen del contexto que las podrían haber abrevado.

La cultura es la base y el fundamento de lo que somos. Esta existe en nosotros desde el momento en que nacemos y es el aporte moral e intelectual de nuestros progenitores en un inicio y de nuestro entorno posteriormente. Los pueblos del mundo, desde su fundación, van desarrollando su cultura, la cual, se plasma en sus formas de vida, organización social, filosofía y espiritualidad; normatividad ética y jurídica; arte, ciencia y tecnología; economía y comercio, educación; memoria histórica, lengua y literatura entre otros. El conjunto de estas disciplinas y vivencias forman la identidad cultural de las identidades y les provee los instrumentos necesarios para su desarrollo en el marco de ese contexto. Una de las formas en la que los pueblos dinamizan su cultura y mantienen su identidad es a través del conocimiento y la práctica de sus mismos valores.

Tomemos en cuanta las interpretaciones de Cultura que se dan en diferentes disciplinas.
Para la ciencia de la Antropología, cultura es el conjunto de elementos de índole material o espiritual, organizados lógica y coherentemente, que incluye los conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho, los usos, las costumbres, y todos los hábitos y aptitudes adquiridos por los hombres en su condición de miembros de la sociedad.
Para la Sociología, cultura es el conjunto de estímulos ambientales que generan la socialización del individuo. Cultura de Masas - en Sociología- es un conjunto de valores, dominante en las sociedades desarrolladas, que se basa en la transmisión de los conocimientos y las creencias a partir de los medios de comunicación de masas (radio, televisión, prensa, etc… los denominados mass media).
Para la Filosofía, cultura es el conjunto de producciones creativas del hombre que transforman el entorno y éste repercute a su vez modificando aquel.
Para la Cultura de la Imagen es el sistema o totalidad cultural cuyo elemento clave es la iconografía. Se usa en oposición a la cultura de la palabra.
La Cultura General es el conjunto de conocimientos exigidos a toda persona en un medio cultural determinado como básicos para actuar en sociedad, independientemente de  cualquier especialización.
Cultura Popular -para la Antropología- es la producción intelectual o material creada por las capas populares de una sociedad. Comprende el folclore, el mito, la leyenda, la fábula, las canciones y la música popular, la artesanía y la indumentaria, en la cultura popular es donde se nutren todas las demás culturas.

En ninguna de estos entendimientos se expresa la riqueza de los productos piratas, la venta de productos chatarra, de productos comercializados no por sus productores sino por piratas del comercio que viven de eso, de girar por toda la República y en todas las ferias, feriecitas y que son los vivos representantes del comercio y no de la cultura.

Para la Lingüística el idioma es la lengua de un país. El concepto de idioma surge cuando una comunidad es consciente de poseer una lengua propia distinta a las demás, es por tanto el lenguaje propio de un grupo humano, es aquel modo particular de hablar de los grupos o solo en algunas ocasiones.

El idioma es uno de los pilares sobre los cuales se asienta la cultura, siendo en particular el vehículo de la adquisición y transmisión de la cosmovisión de los pueblos, de sus conocimientos y valores culturales. Un idioma es una forma de comunicarse que además de expresarse oralmente, tiene una connotación en cada comunidad y en el mundo entero, con los diversos idiomas, se enriquece la cultura de todos los demás grupos humanos que conviven en el territorio y los prepara para salir al mundo.

Esto hace necesario conocerlos y comprender la cultura, su forma de entender la vida en toda su magnitud, para ello se hace conveniente la comunicación entre los pueblos.
¿Cuándo se ha fomentado, establecido los mecanismos para preservar, conservar y aumentar los idiomas que se hablan en Tehuacán y sus regiones?...Ese es un aspecto descuidado constantemente en  los Festivales de la Ciudad, pero lo es también de forma permanente en la Educación.

La Interculturalidad 
La Interculturalidad es la convivencia en paz y armonía entre culturas; es la cooperación, colaboración, solidaridad y respeto; es la relación social justa y equitativa. En los últimos años se han venido promoviendo acercamientos positivos por el conocimiento mutuo y por la apertura de  espacios de convergencia, de empatía y solidaridad.
Es por este motivo, que la educación debe responder a la diversidad cultural y lingüística de los pueblos, reconociendo y fortaleciendo la identidad cultural, los valores y sistemas educativos tanto indígenas como híbridos y otros, de todos los pueblos sin exclusión alguna ni limitante, directrices que han sido determinadas en los textos de los diversos Acuerdos de Paz, firmados  en los últimos años. Los Festivales tehuacaneros jamás han impulsado la Interculturidad, siempre la han evitado o son los impulsores de crear las paredes para que no se de.

La interculturalidad es la comparación de las culturas por intermedio de los diversos idiomas y la traducción de los mismos lo que nos da una equiparación entre las costumbres y por ende entre las culturas permitiéndonos interactuar según lo que vamos aprendiendo, vale decir interculturizándonos ya sea aportando ideas o suprimiendo las que no estén de acuerdo a nuestra forma de ver y vivir la vida y nuestra percepción individual y colectiva,  creando así una nueva cultura o una relación intercultural.

Ninguna persona se opone a los Festivales Comerciales, Fritangueros, de Piratería China, de artesanos importados si así los nombraran, pero todos nos  opondremos cuando quieran volvernos a engañar con una nominación de un Festival con el nombre incorrecto y con la intención deliberada de engañarnos. Llamarlo Festival Internacional de Tehuacán, FITH, tan sólo  porque la embajada de Uganda manda una muestra de sus poster turisticos o porque en la feria artesanal hay tres puestos ofreciendo mercancia  de tres paises que la comercializan revendedores de Tepito o los Sapos en Puebla, es una burla a la inteligencia de los tehuacaneros y asi se los haremos saber.

Tehuacarearte et al 

05 marzo 2014

Evaluación Festivalera





Los festivales culturales constituyen uno de los prototipos más representativos del patrimonio cultural y, a la vez, se han convertido en uno de los fenómenos más dinámicos del panorama cultural actual. Su número ha crecido sustancialmente en los últimos años, de manera que varias ciudades en los distintos continentes tienen uno o varios festivales dedicados a alguna manifestación artística.

En la actualidad, los festivales no solo cumplen su papel tradicional como institución que permite  presentar, difundir o preservar la cultura de una sociedad, sino que destacan también por su capacidad para generar riqueza en las ciudades donde se celebran, por su contribución a la diversificación del producto turístico o a la mejora de la imagen del lugar.  Los festivales tienen, en definitiva, una dimensión cultural, económica y turística que no es nueva en esencia, pero sí en cuanto a su expansión en los últimos años, lo que ha suscitado un interés creciente de la comunidad científica.
Los festivales culturales tienen una relación importante con el lugar donde se celebran, ya que, por una parte, vienen condicionados por el territorio, su historia y sus gentes; y, por otra, generan repercusiones e impactos en los lugares donde se celebran y organizan.

Esos impactos han sido analizados tanto desde un punto de vista teórico como práctico, y desde distintas disciplinas académicas (economía, geografía, sociología, marketing o turismo), por lo que existen diferentes maneras de abordar su estudio y clasificación. Se observan de impactos económicos, físicos, socioculturales, psicológicos, turísticos y de desarrollo regional de la comunidad. y se  analizan el efecto de los festivales como creadores de imagen o como atractivos turísticos, el papel de los eventos en la creación de un sentido de comunidad o su desempeño en el binomio globalización y diversidad local.
También se analizan los efectos de los festivales y eventos desde una doble perspectiva: los festivales en el desarrollo urbano y artístico (festivales como catalizadores de renovación urbana, atracción de turismo, mejora de la imagen y creadores de empleo) y los festivales en ciudades habitables (el papel de los festivales en la mejora de los valores cívicos de la sociedad, desarrollo de la identidad y sentido del lugar).

Paremos aquí para revisar lo que los Festivales de la Ciudad de Tehuacán han o no producido o generado.
No se ha creado ningún binomio entre cultura y desarrollo económico; las autoridades y organizadores han puesto siempre estos dos aspectos como opuestos y eso lo único que ha producido es un distanciamiento entre estas dos áreas. Tampoco han sido catalizadores de una renovación urbana, ni han sido un foco de atracción de turismo y definitivamente no han creado fuentes de trabajo.

En términos generales, podemos distinguir distintos tipos de impactos o repercusiones de los festivales y eventos culturales en el lugar donde se celebran; son impactos cuya delimitación es imprecisa, ya que están interrelacionados entre sí, pero, pese a ello, es posible mencionar los cinco siguientes:

a) Repercusiones económicas. 
Los efectos económicos que los festivales culturales pueden generar sobre el desarrollo económico local y regional se pueden dividir en dos grandes grupos. Por una parte, los efectos a corto plazo, relacionados
con el poder de atracción y creación de gasto de estos eventos. Los festivales atraen a espectadores locales y visitantes que gastan su renta en las  actividades culturales, así como en otros bienes y servicios relacionados, lo que a su vez provoca efectos de arrastre sobre el resto de la economía.
La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán, en la mayoría de sus c asos, arrojan perdidas o fiascos económicos

Por otra parte, están los efectos económicos a largo plazo, que hacen referencia a las modificaciones de la estructura productiva, urbana y social del territorio, y están relacionados a su vez con los efectos culturales, sociales o físicos. Podemos distinguir aquí el rescate de edificios y la ordenación urbana; la capacidad para atraer residentes, empresas e inversiones; la mejora del nivel educativo y fomento de la creatividad; la mejora de la posición competitiva del territorio; y  los avances sociales en términos de cohesión social, bienestar de los ciudadanos o sentido de identidad.
La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán, ya que no ha habido ni atracción de nuevos residentes, ni empresas, ni inversiones.El nivel educativo y el fomento a la creatividad ha decaido y la cohesión social es desmenuzada por el incremento de cantinas, bares, tables y otros centros de dispersión.

b) Repercusiones turísticas.
Los festivales culturales constituyen en la actualidad un recurso importante para ciudades y regiones, así como uno de los atractivos más destacados dentro del turismo. La celebración de un festival puede ser un factor decisivo en la elección de un destino, una razón de peso en la repetición de la visita o un elemento que mejore la satisfacción de los visitantes, lo que permite desarrollar el perfil turístico y la imagen cultural del lugar. Evidentemente, el poder de atracción variará de un caso a otro, pero su potencial colectivo como recurso turístico parece hoy ilimitado. Ello genera, a su vez, un impacto económico en términos de producción, rentas y empleo. La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán y los posibles avances que podrían haber generado los festivales jamás se han visto ni siquiera tocados, esto debido al enfoque comercial de los festivales convertidos en ferias, abandonado el enorme potencial de un festival cultural enfocado correctamente.

c) Repercusiones culturales.
Un evento cultural, por definición, tiene su foco puesto en la cultura, aunque pueda contener otros elementos. En ese sentido, los festivales son un lugar donde ver y participar en manifestaciones artísticas que
no se pueden ver el resto del año. Proporcionan oportunidades culturales para las audiencias —ya sean locales o foráneas— que muchas veces son innovadoras, vanguardistas y novedosas, y que complementan, por tanto, las infraestructuras culturales fijas. (Que en el caso de Tehuacán, las que existen están destinadas al comercio y no a la actividad cultural per se.)
Son bienes culturales complejos donde las actuaciones no están aisladas, sino que forman parte de un proceso con un objetivo determinado. Son centros de transferencia cultural, donde se consume cultura (los espectadores), se reproduce cultura (obras de teatro, por ejemplo) e incluso se produce cultura (un ambiente determinado, debate o creatividad, pero también productos concretos, como por ejemplo las orquestas propias de algunos festivales).
Funcionan, en ocasiones, como faros para la creación artística, ya que pueden asumir riesgos artísticos mayores que las infraestructuras. Ello permite ofrecer una cultura alternativa, diferente y a veces innovadora que aumenta la oferta cultural de las ciudades y regiones.
Este aspecto es el que peores resultados a tenido, ya que como se ha podido observar los Festivales en la Ciudad de Tehuacán son básicamente Ferias Comerciales y no Festivales Culturales.
La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán y continuará no siendolo, si no existe una política cultural acorde.

d) Repercusiones sociales.
Los festivales culturales pueden contribuir al desarrollo social, tanto desde un punto de vista personal (autoestima, confianza, creatividad) como desde una perspectiva general (creación de una atmósfera social
agradable). En ese sentido, las posibilidades culturales que ofrecen los festivales, están relacionados, en términos generales, con la mejora del bienestar de los ciudadanos, la cohesión social y el desarrollo de valores cívicos. Todo ello como consecuencia de las oportunidades de aprendizaje de los eventos culturales, la exposición a la creatividad, la creación de redes y relaciones entre
personas y la estrecha relación que los festivales tienen con el lugar en que se celebran. En definitiva, favorecen la creación de un sentido de lugar por parte de los ciudadanos, así como la generación de un espacio social y de interacción. La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán, la falta de visión de las autoridades municipales como el otorgamiento del manejo de esta área a personas ávidas de enriquecerse y enriquecer a sus contrapartes es el impedimiento fundamental.
Perdiendo la oportunidad de volver estos impactos favorables y ser encausados para el crecimiento dela población.

e) Repercusiones físicas.
Los festivales traspasan, en ocasiones, las repercusiones culturales y sociales y dejan una huella más profunda en el territorio, una huella física. La edificación de instalaciones fijas para el festival, la reordenación de espacios urbanos para su celebración, el desarrollo de actividades el resto del año o de nuevas zonas de la ciudad, pueden tener un reflejo en la arquitectura, el urbanismo y el uso de los espacios públicos y privados del lugar. Este tipo de repercusiones son más patentes en el caso de los grandes eventos culturales,
pero a una escala menor los festivales también impactan en el lugar donde se celebran.
La medición de estos impactos no ha sido favorable para Tehuacán, los pocos espacios creados no necesariamente para la cultura, pero como espacios públicos (parques y plazas) son espacios que una vez ya remodelados o edificados los venden al comercio y prohiben el desarrollo cultural en ellos con obstáculos de permisos, esperas, tardanzas y finalmente negativas para su uso. De esta forma tenemos parques llenos de fritanguerias, venta detodo tipo de productos piratas, bailes, y mercaderías, pero carentes de eventos musicales, exposiciones, obras de teatro, etc.

Para que todos los beneficios de un Festival se viertan en la población, deben de cambiarse los objetivos de estos festivales. Abandonar la práctica de Feria Comercial y transformarlo en un Festival Cultural.
Los beneficios son mucho mayores, como ya se han descrito anteriormente.
Un Festival Cultural toca y abarca todos los aspectos mencionados.
Una Feria Comercial, sólo toca y beneficia al Comercio.
Es indispensable recurrir a personas con la capacidad correcta, no basta que tengan deseos de hacerlo o que cursaron un diplomado de cultura en casa de quién sabe quién, se requieren profesionales. Personas que puedan ver a la cultura como lo que es y que conozca las ventajas de representarla, utilizarla y permitir que se disperse y divulgue.

Tehuacarearte et jlg, mop, amls, grt, vmpm)