12 octubre 2006

Prehistoria Municipal

Totalmente de acuerdo con sus observaciones, se trata
de otra "pollada" de nuestro prehistórico presidente municipal.
De plano de mal en peor, debería de ponerse a trabajar en serio,
en lugar de pensar estupideces.
La música sale del corazón, no por decreto, como en
este caso de un "salieri" de pueblo, en fin.

fernando ximello

Desde la Preciosa Capital Poblana


Me parece sensata la propuesta de una convocatoria
abierta aunque tiene sus bemoles, pues conozco de cerca
al Juan Arturo Ortega autor de la música del Himno a
Puebla y me relató la historia de tal composición.
Se lanzó convocatoria y el resultado fue que la
participación fue mínima. No se si sería por el premio
otorgado cuya cifra desconozco o la apatía que en
ocasiones se muestra para este tipo de propuestas.

El caso fue que por ese hecho se contrataron los
servicios de este compositor, al igual que los de la
autora de la letra (coincidentemente ninguno de ellos
es poblano) y al fin de cuentas no se les pagó el
monto acordado por tal composición.

Un saludo
Roberto Quintero
Permitido permitir

11 octubre 2006

Ni Himno Ni Cronista

ANTECEDENTES
Ante todo debemos de saber qué es y cuál es la función de un
Cronista de la Ciudad.
Un cronista es un autor de relatos de hechos históricos o de actualidad.
Hasta la aparición del periodismo moderno y la sistematización de la
crónica como un género periodístico, se tenía por cronista al escritor que
narraba acontecimientos de interés histórico; el término era casi
equivalente a historiador.
La Crónica del latín chronirca, o del griego kroniKa, significa biblia o
libros, en donde los hechos se refieren en orden cronológico y se define
como una historia escrita por testigos presenciales y en donde se observan
el orden de los acontecimientos en el tiempo. La crónica es una obra
consistente en la recopilación de hechos históricos narrados en orden
cronológico.

Se entiende también por crónica la historia detallada de un país, de una
localidad, de una época o de un hombre, escrita por un testigo ocular o
por un contemporáneo que ha registrado sin comentarios todos los pormenores
que ha visto, y aún todos los que le han sido transmitidos.

En el año 1986 el H. Ayuntamiento Constitucional de Tehuacán y el Presidente Municipal Edilberto García Paredes designó Cronista de la Ciudad a Salvador Cruz Montalvo y en 1990 el Presidente Municipal Suplente (al morir Mundo Lado) Dr. José Barbosa Prieto lo tituló Hijo Predilecto de la Ciudad, desde entonces lleva esos nombramientos, sin embargo, a pesar de su notable carrera profesional, su trabajo como Cronista de la Ciudad ha sido precario, escueto e incompleto. La nominación recibida de Cronista, no la ha representado adecuadamente, excepto en los niveles sociales o los protocolarios del municipio y como se ha visto, en el engrandecimiento de su currículum vitae.


Al crear la figura de Cronista de la Ciudad de Tehuacán, no se hizo una convocatoria
abierta, en donde pudieran participar o ser nominados más personas con el perfil
requerido. Pensamos que fue debido a que no lo indica el Artículo 78 fracción XLIX
de la Ley Orgánica Municipal, siendo que es una norma genérica y no existe
especificidad al respecto. De hecho es una sola frase que dice refiriendose a una
atribución del Presidente Municipal: "Nombrar, a propuesta del Presidente,
al Cronista Municipal", ninguna otra mención más.

Entendemos que el Cronista de la Ciudad relata y hace Crónicas respecto a
lo que sucede en la ciudad de Tehuacán, escribir libros de historia, lo convierte
en historiador y no en Cronista. Escribir sobre Tehuacán una vez por lustro,
tampoco es Crónica, sino un ejercicio de escribir sobre historia. La Crónica
como vimos anteriormente es el orden de acontecimientos en el tiempo, de
forma sequencial y no errática, además de ser hecha por testigos presenciales.
Esta función de cronista, no la ha realizado el actual Cronista de la Ciudad.
El nos ha otorgado algunos datos históricos en los contados libros que ha
publicado sobre momentos históricos en Tehuacán, publicaciones que
enriquecen el acervo cultural de Tehuacán, pero que poco aportan a la
Crónica de nuestra ciudad.

Al enterarnos que le llegó a la mente de nuestro presidente municipal, la
creación de un Himno a Tehuacán y en su revelación orácula el Cronista
de la ciudad de Tehuacán, Don Salvador Cruz Montalvolo, escribiría la
letra y Juan Arturo Ortega el compositor del Himno a Puebla, la música.

Hoy nos damos a la tarea de aclarar este tema.
Primero el título conferido a Salvador Cruz Montalvo, de Cronísta de la Ciudad
ha sido cumplido de una forma casi inexistente, lo ha portado como se porta
una medalla y no ha hecho que este título, su función y la noble causa de ser
el Cronista de la Ciudad, sea un orgullo para Tehuacán y él mismo.
Esto ha hecho que no sea reconocido por estos privilegios.
Por supuesto que nada de lo que digamos aquí demerita en nada el trabajo
que ha hecho Salvador Cruz Montalvo como historiador, investigador, ser humano
y tehuacanero, lo único que hacemos, es clarificar su status como Cronista de la
Ciudad de Tehuacan.
Nuevamente el presidente municipal, no tiene la autoridad absoluta para nominar
quién es la persona elegida para que hacer tal o cual trabajo, especialmente cuando
esta designación toca el interés de todos y cada uno de los tehuacaneros.

Por lo que le demandamos al pollo Díaz, que si tienen esta idea de crear el tal
Himno a Tehuacán, lo hagan a través de una Convocatoria Abierta al gran público
y no una nominación divina y en este caso en particular, de nominar a Salvador
Cruz Montalvo, sólo por ser el portador del título de Cronista de la Ciudad,
que sólo lo ha portado en la nominación titular.
Don Salvador puede tener muchos deseos de ser el creador de este Himno,
pero él debe de saber a la perfección, que este tipo de imposiciones acarrean
una serie de consecuencias, a las que no creemos que quiera comprometerse.
La primera de ellas es, el cuestionamiento de l pueblo de Tehuacán, de como se
hizo su nominación, ya que no será de una forma democrática, transparente y
sí una decisión obscura tomada por el presidente municipal. La segunda, que
siendo divinamente nominado, los mortales se negarán a cantarlo, ya sea por
su designación nepótica y/o por haber sido un invento del pollo Díaz, que ha
mostrado ser una persona insensible a las necesidades populares y que se
ha negado a escuchar a los ciudadanos de Tehuacán.
Hay más razones de peso que deberá considerar don Salvador, pero ya que
es él un historiador, valga que vea la historia que estudia y se percate de lo que
les sucede a todos aquellos que han sido impuestos por quién está en el poder
y no por consulta popular.

Volvemos a repetir:
Nos negamos y nos oponemos a que este dichoso Himno a Tehuacán,
sea hecho bajo estos parámetros de absolutismo realista y alejado
de un proceso democrático y de consulta con los ciudadanos a quienes representará
y que lo cantarán.

No en nuestro Nombre

09 octubre 2006

La cultura es del pueblo que la genera


 Cada ayuntamiento Municipal que llega y se va, ha considerado a la Cultura
como un dolor de cabeza y algo que no les gustaría atender, ya que absorbe
recursos que podría destinar a obras que les ganarían credibilidad y votos en
las siguientes elecciones.
Es por eso que la Cultura, está relegada a segundo o tercer plano, cuando no 
es totalmente desconocida.
Pero no sólo eso, sino que las personas que terminan haciéndose cargo de
esta área, son las personas menos capacitadas para ello.
En el caso de nuestro municipio, la Cultura es parte de la Regiduria de Educación
y Deporte, lo cual hace que esta área de la Cultura sea menos atendida, ya que
los recursos, los dedican a Educación y Deportes, por ser actividades mas
rentables de acuerdo a sus parametros de medición.

Cualquier ser pensante puede dilucidar que con estos componentes,
la cultura, su desarrollo, actividades y recursos económicos en Tehuacán
son un constante fracaso. Disfrazando presupuesto y eventos magisteriales,
 educativos, las efeméridis escolares y las fechas nacionales que guardar,
como eventos culturales o maquillados como tales, usando el escaso
presupuesto a la cultura, en eventos de relevancia educatica, escolar,
de propaganda personal de regidores y/o presidentes municpales.

La cultura y su desarrollo, así como su difusión y actividades, no puede
ser dirigidas por el estado, los municipios o juntas auxiliares. Es una
responsabilidad de los ciudadanos, ya que a pesar de la carencia y el
olvido en el que los ayuntamientos municipales dejan a esta actividad,
la sociedad civil, los colectivos, grupos, asociaciones, artesanos y los
ciudadanos en general, generan actos culturales fuera de los presupuestos
gubernamentales y fuera de los calendarios de propaganda política y las
elecciones. A pesar de los intentos municipales de destrucción de grupos
y actividades culturales y  los intentos por la apropiación de la cultura
y  los eventos ciudadanos, no podrán ni destruirlos, ni apropiárselos.
La cultura no les pertenece a las instituciones o gobiernos municipales,
estatales o federales, sino que,  pertenecen al pueblo y a la gente que
los produce.