09 agosto 2010

¿Para qué?

Prospección Cultural *

Siempre que quieras atacar un ejército,
asediar una ciudad o matar a una persona,
has de conocer previamente la identidad
de los generales que la defienden, de sus
aliados, visitantes, centinelas y criados
.
Sun Tzu




El oro falso existe porque existe el verdadero

Cuando se da el descubrimiento de las Américas y empiezan a llegar los promotores de una nueva ideología de usufructo, impulsores de una religión aún más sangrienta que la de los mismos naturales, provenientes de un continente devastado ya en sus recurso naturales y con sistemas de producción basados en la explotación de sus súbditos, llegaron a México las avanzadas de curas con vehementes anhelos de evangelizar a todo ser viviente que encontraran en este nuevo y basto mundo, pero también los acompañaban hordas salvajes de sacerdotes prospectores de tesoros, información, conocimiento y cualquier forma de sabiduría que pusieran en peligro la que ellos profesaban y profanaban ya instaurados aquí.

Iniciaron la búsqueda de todo tipo de información, botánica, geológica, etnológica, lingüística, histórica; de religión y gastronomía; todo acerca de sus ceremonias y ritos, anotaron y escribieron millones de páginas acerca de la cosmovisión de estas culturas primigenias. Forzaron por medios poco sutiles a los indígenas a revelar cuál era su Patrimonio Cultural Material e Inmaterial. Crearon catálogos y registros de todo lo existente en los territorios de estas culturas que empezaban a conquistar paulatinamente.

El resto de la historia la conocen muy bien todos Uds. quemaron sus libros, destruyeron sus templos, modificaron las leyes y su religión, fue la imposición hegemónica de un nuevo sistema de vida impuesto en el menor tiempo posible. Todo vestigio del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial que pudieron arrebatarles y apropiarse fue llevado fuera de este país, lo que no pudieron, lo destruyeron.

Buscaron a los hombres y mujeres de conocimiento, los eruditos, sacerdotes, sabios, maestros de cada uno de las culturas existentes y los masacraron a todos y cada uno de ellos, para no dejar transmisores de sus culturas y poder introducir los propios sin problema y a base del terror, fue un enfrentamiento entre dos fuerzas antagónicas: europeos contra americanos, el choque de dos civilizaciones, en donde el triunfo lo determinó el desarrollo tecnológico de los europeos.

Sin embargo, en los inicios de esta destrucción cultural - llamada conquista evangelizadora, miles de indígenas desaparecieron de sus comunidades, pueblos y ciudades llevándose todo el acervo cultural que pudieron y se adentraron a lugares inalcanzables parajes escondidos y ocultos apartados de esta nueva ola civilizatoria.

Ellos fueron y han sido los custodios culturales. Custodios especialmente del Patrimonio Cultural Inmaterial de sus pueblos. Es gracias a ellos que se preservó y se preserva este Patrimonio a través de 518 años de conquista y ataques directos para la destrucción y la desaparición de estas culturas y el avasallador esquema de unificación a la corona y luego a los intentos cinematográficos pos revolucionarios de una identidad nacional. Hombres y Mujeres que han cuidado que sus culturas prevalezcan a pesar de las altas y bajas a través del tiempo. Ninguno de ellos creó un catálogo de su patrimonio cultural intangible, no guardaron ni guardan registros documentales, ya que no es por esos medios como se preservan las tradiciones de sus pueblos y cultura.

El conocimiento y la sabiduría de todas las Culturas Originarias del mundo se transmiten por medio de un maestro vivo, un guía que conduce en la práctica al individuo o la colectividad. No se escribe, se vive. No se documenta se experimenta. No es un corpus muerto, sino una fuerza dinámica especialmente custodiada y difundida directamente a los miembros de cada uno de los pueblos y culturas.

Los intentos constantes de destrucción en contra de los pueblos originarios y sus cosmovisiones continúan. Los gobiernos insisten en saber y conocer esta sabiduría preservada, se agitan y modelan programas para la extracción de este conocimiento y siempre encuentran la misma respuesta, los pueblos y sus culturas no desaparecen y no entregan sus tesoros preservados y lo que más los perturba es no poder tener acceso a ello. Han llegado a imaginar que esta información valiosa que buscan no existe y eso es lo que los pueblos indígenas y las comunidades continuarán mostrando. El secreto se protege solo.

Un intento en este siglo lo hace el gobierno mexicano en todos sus niveles, ya que al firmar en octubre de 2003 la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural en la cual está inserta la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (1), se ve obligado a defender este tipo de Patrimonio Cultural Inmaterial y crear los catálogos correspondientes (en México entró en vigor el 20 de abril de 2006).

Como es costumbre en este país y en los gobiernos que lo rigen, esos catálogos no existen y no existen porque no se han hecho. Esta labor tiene 4 años de retraso y ahora, nuevamente - como es costumbre en este país, lo quieren hacer a marchas forzadas. Para esto, puso a CONACULTA y a su vez otras dependencias de gobierno como la Dirección de Culturas Populares a elaborar mecanismos e instrumentos para hacerlo. Es obvio que esta dependencia o cualquier otra dependencia de gobierno no tienen la capacidad de hacerlo y por eso diseñaron, como siempre lo hacen, un método de acopio y prospección que no lo ejecutarán ellos, sino las mismas comunidades, pueblos y la sociedad civil y acertadamente para ellos, sin costo para el erario público. El primer paso debería de ser el convencimiento de las comunidades, pueblos y sociedad civil de que esta prospección y búsqueda del Patrimonio Cultural Inmaterial era indispensable para su protección y resguardo y que al hacerlo se estaría trabajando por el reconocimiento de la identidad mexicana.
Esto los llevó a crear un instrumento denominado:
México Diverso, las culturas vivas – Seminario Permanente de Culturas Populares
y que sería la base de Seminarios de Patrimonio Cultural Inmaterial que se impartirían en todos los estados con el objetivo de convocar a grupos e individuos, ya sea que fueran indígenas o no, para elaborar el Patrimonio Cultural Inmaterial de sus comunidades, pueblos y ciudades.

Mientras que los pueblos originarios luchan por preservar los usos y costumbres, el gobierno mexicano se ha dedicado a desaparecerlos. Legislar por su desaparición e incrustar por medio del derecho positivo y constitucional los mecanismos que rigen a todo los ciudadanos mexicanos. Lo han logrado en casi la totalidad del territorio nacional, pero al hacerlo, no garantiza a los pueblos y comunidades los mismos derechos que a todos los ciudadanos. Las comunidades y los pueblos, carecen de un sistema de seguridad social, de agua potable, educación, derecho a la tierra y salud, debido a esto es que los miembros de todas las comunidades siguen muriendo por enfermedades curables. Desprotegidos, sin procuración de justicia, padeciendo del caciquismo y el despojo. Otra vez una imposición del poder central, de la capital imperial y una muestra clara de la separación de indígenas, pueblos originarios, indios o como quieran llamarlos y los caciquiles indios ladinos, de los mestizos acriollados y de los elegidos del poder político y religioso.

Por ahora han logrado convencer a un grupo de indígenas, mestizos y sociedad civil a trabajar para el estado de forma gratuita. Estos grupos de mercenarios inconscientes harán el trabajo que ellos no pueden hacer, catalogar el Patrimonio Cultural Inmaterial de sus comunidades, pueblos y regiones. Inclusive, el único beneficiado en esto será el estado que cumplirá tardíamente con los requisitos de ser miembro de la Convención de la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO-ONU y que una vez terminada la tarea, volverán a olvidarse de los indígenas y sus cosmovisiones en el mejor de los casos, o reiniciarán la destrucción ya con información privilegiada de este patrimonio cultural elaborada por estos diligentes grupos de indígenas, mestizos y sociedad civil que fueron voluntariamente reclutados.

Hombres y mujeres engañados por gente que se dice de buena voluntad y que dedican sus vidas a la defensa de los pueblos originarios, cuando lo que hacen es beneficiarse de sus tradiciones, publicarlas, recibir becas y buscar financiamiento para ir descubriendo lo que el estado quiere destruir en su labor permanente de homogenización y su ilusorio proyecto de una identidad nacional.

La tarea de este siglo iniciada por los pueblos indígenas del mundo es, vivir en la unidad respetando la diversidad y el pluralismo cultural. El objetivo de los gobiernos es continuar destruyendo estas corrientes de pensamiento que son las que los harán desaparecer, es una lucha de preservación, sabemos que así como se ha presentado un choque entre el derecho positivo y el derecho indígena que representa al pluralismo legal y que abraza usos y costumbres, autonomía, respeto a la naturaleza y la biodiversidad.

Mientras el estado y sus esbirros mercenarios trabajan por la prospección y el acopio de data que servirá para la destrucción del Patrimonio Cultural Inmaterial, su masificación, pasteurización y comercialización, los pueblos originarios se dedican a preservarlo, cuidarlo y transmitirlo a través de su metodología, que está oculta a los ojos de la ambición y el poder de controlar, como lo han hecho por los últimos 518 años.


Notas
*Prospección Cultural en el Valle de Tehuacán llevada a cabo por Culturas Populares e Indígenas Puebla, en el caso de Tehuacán su agente ha sido Gerardo Pérez Muñoz.

(1)Y como destaca la UNESCO en la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural: “…es el Patrimonio Cultural Inmaterial el crisol de la diversidad cultural y garante del desarrollo sostenible”.

El reconocimiento de la Conferencia General de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de la fuerza de los grupos originarios y las comunidades indígenas en el desempeño de la producción, la salvaguardia, el mantenimiento y la recreación del Patrimonio Cultural Inmaterial y su contribución indudable al enriquecimiento de la diversidad cultural y creatividad humana, han creado La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
(http://unesdoc.unesco.org/)

Jorge Lara y Góngora
verano 2010 - Tehuacán