20 mayo 2015

La Decadente Cultura Institucional




Vamos a sacar la producción pictórica y escultórica de los museos cementerios y de las manos privadas para hacer de ellas un elemento de máximo servicio público y un bien colectivo,
útil para la cultura de las grandes masas populares.
David Alfaro Siqueiros


La Ley del Derecho a la Cultura por sí misma no resuelve y no va a resolver la problemática del sector cultura, si no se tiene claro el rumbo y las metas de una nueva visión  cultural en nuestro país, basadas en las necesidades contextualizadas de cada localidad, grupo social, etnia y capacidades, pero esto será cuando todo funcione a la inversa de como funciona ahora.

Ahora:
70% del presupuesto en cultura se queda en el D.F.
       Del 30% restante el 70% se queda en las capitales de los estados
       Y lo que sobra, se divide entre los municipios.
Lo necesario para el cambio:
       10% del presupuesto nacional se queda en el D.F.
        5% del presupuesto nacional se queda en las capitales de los estados.
       85% del presupuesto nacional va directamente a los municipios.

• Consideramos a la cultura como parte integral de los Derechos Humanos
• Reconozcamos y hagamos efectivo, el Derecho a la Cultura
• Impulsemos una política cultural transversal y no piramidal.
• Proyectemos una efectiva descentralización cultural.
• Comprometamos nuestros esfuerzos con la plena democratización y ciudadanización de la cultura.
• Hagamos valer el derecho de los ciudadanos a los bienes y servicios culturales que se han generado y que permanecen enclaustrados en las bodegas y  calabozos culturales gubernamentales.
• Reduzcamos el número de los sepulcrales museos y redistribuyamos sus recursos.  Abramos las puertas de sus sótanos, dejémoslas abiertas de día y noche.
• Demos acceso irrestricto a todos los acervos escondidos y enmohecidos por décadas y permitamos que vean la luz y se muevan en libertad.

Agustí Chalaux i de Subirà nos decía que uno de los problemas fundamentales de un cambio de orientación en la civilización occidental, que conduzca hacia un respeto por el resto de las culturas del planeta y por la naturaleza, es la falta de capacidad crítica y creativa de los creadores de cultura, sometidos a dependencias más o menos confesadas ya sea de los Estados (públicos) o de empresas (privadas), que establecen y favorecen programas y proyectos continuadores del sistema.

tehuacarearte